Cómo identificar y gestionar mejor nuestras emociones

las emociones y cómo aprender a gestionarlas

Me ha llevado muchos años comprender que cada uno de nosotros estamos formados por una consciencia, un “yo superior”, un estado de la mente consciente cercano a la verdad, la plenitud y el amor incondicional. Y que todas nuestras ideas, pensamientos, emociones y sentimientos, forman parte de un “yo pequeño” que es el ego, y que si no aprendemos a saber identificarlo y tomar las riendas, el ego nos limita, nos engaña y nos corta las alas a la hora de llevar la vida que deseamos y nos impide ser felices.

Nuestras ideas, pensamientos, emociones y sentimientos son pasajeros. Pasan por nuestra mente, forman parte de nosotros durante un tiempo, pero nosotros no somos eso.

Nos identificamos tanto con nuestros pensamientos y emociones que llegamos a creer que somos lo que pensamos y sentimos. Pero no es cierto. Cada uno de nosotros somos mucho más que una emoción o un pensamiento.

Para conseguir diferenciar lo que somos de lo que sentimos, es necesario pasar por un proceso llamado “no-identificación” que veremos más adelante. Pero, primeramente, vamos a analizar y entender qué son exactamente las emociones.

 

¿Qué son las emociones?

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan un modo de adaptación ante un estímulo externo sea éste un objeto, una persona, un lugar, un suceso, o un recuerdo importante.

A toda emoción le precede un pensamiento. Es decir, primero aparece un pensamiento en nuestra mente que da origen a la emoción.

Las características de nuestras emociones son:

  • Las emociones dominan los procesos del neocortex y están muy conectadas con los instintitos de supervivencia y de continuación de la especie.
  • Las emociones a menudo están relacionadas con el estado de ánimo de las personas, con sus hábitos y con su carácter. Ante un mismo hecho, las emociones son distintas en cada persona.
  •  La fisiología de la emoción está estrechamente ligada al sistema nervioso. Los conflictos emocionales y los miedos quedan grabados en nuestra red neuronal como mecanismo de supervivencia, de forma que cuando nos sucede un evento similar reaccionamos rápidamente y de forma inconsciente con emociones similares.
  • Las emociones también entran en relación con el sistema digestivo. Nuestro intestino es nuestro segundo cerebro. Una disbiosis intestinal puede llevarnos a padecer de mayor estrés y ansiedad.
  • Los ciclos hormonales, tanto en mujeres como en hombres (aunque en menor medida) afectan también al estado de ánimo de cada persona.

 

Las emociones se sitúan en la base de la pirámide de nuestros recursos mentales, si tenemos miedo no podemos pensar eficientemente, y si estamos eufóricos de alegría, tampoco. Lo ideal es que buena parte de nuestros días nos movamos en emociones equilibradas.

 

Nuestro sistema emocional

Nuestro sistema emocional lo forman todas aquellas emociones que sentimos más a menudo, es decir, son las que estamos programados a sentir inconscientemente y que sentimos la mayor parte de los días.

Desde que nacemos, tanto la genética, las circunstancias personales como las influencias de nuestro entorno perfilan lo que será nuestro sistema emocional que evolucionará con nosotros en el tiempo y que nos influirá a lo largo de nuestra vida.

 

En el colegio nos enseñaron muchas cosas pero nunca nos hablaron de aprender a gestionar nuestras emociones

 

Es importante descubrir qué tipo de emociones vivimos día a día (a veces inconscientes) y que pueden influir en nuestra vida.

Cuando una persona reconoce sus emociones y sabe gestionarlas, se dice que tiene madurez emocional.

Tipos de emociones

Todo sistema emocional está formado por las emociones base, que son las que sentimos día a día.

Después las emociones medias, que son las que sentimos a lo largo de un periodo más largo de tiempo, como una semana.

Y por último, las emociones más superficiales que son las que sentimos una vez al mes o cada varios meses.

 

tipos de emociones

 

Las emociones las podemos clasificar a su vez en:

Emociones equilibradas: que son las que la persona siente cuando está en completo equilibrio

Emociones desequilibradas: aquellas que surgen por exceso o por defecto de actividad cerebral.

 

¿Cómo identificar nuestras emociones?

Es importante conocer nuestro sistema de emociones pues las emociones limitantes recurrentes actuarán como un obstáculo para obtener los mejores resultados en aquello que nos propongamos.

Entonces, lo único que debemos hacer es ser más conscientes de aquello que estamos sintiendo.

Paso 1: Pararse un minuto y pensar ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué nombre define esa emoción?

Paso 2: ¿Qué pensamiento o idea originó esa emoción?

Paso 3: Date un tiempo para sentirla. No la ocultes ni la evites.

Paso 4: No-identificación. Ser consciente de que esa emoción es pasajera y que tú no eres esa emoción. Que tú eres capaz de cambiar esa emoción.

Paso 5: ¿Qué puedo hacer para cambiarla? Busca en el listado el tipo de emoción que es y acciona.

 

Cada vez que experimentemos una emoción por exceso o defecto, buscaremos la forma de cambiar esa emoción por otra más capacitadora que nos acerque más a un estado de calma y equilibrio.

 

Es importante ser conscientes de que el control de lo que sentimos lo tenemos nosotros.

Equilibrar las emociones

Lo ideal en la vida es mantener un estado emocional equilibrado la mayor parte del tiempo. Ni demasiadas emociones en exceso ni por defecto. Tan malo es moverse en la tristeza más absoluta como en la euforia más grande. El defecto y el exceso no son buenos.

Muchas personas llegan a la edad adulta y no saben gestionar las emociones. Son inmaduros emocionalmente. Vamos a ver cómo equilibrar nuestras emociones y ser un poco más maduros emocionalmente.

Cuando te encuentres con una emoción equilibrada: vívela, disfrútala. Estás en el lugar que tienes que estar.

 

emociones en equilibrio - cómo identificarlas

 

Cuando te encuentres con una emoción por defecto: Acciona. Muévete. Sal a caminar. Ejercítate. Pon tu cuerpo en movimiento. Nunca te quedes parado, sentado o tumbado en el sofá. Muévete. Activa tu cuerpo. En el momento que te mueves, tus emociones cambian.

 

emociones por defecto - cómo identificarlas

 

Cuando te encuentres con una emoción por exceso de actividad mental, relaja tu cuerpo. Respira. Medita. Busca calma, reposo y tranquilidad. Lo ideal es saber identificar estas emociones cuando las estás sintiendo y en ese momento buscar relajarte.

Puedes hacer respiraciones diafragmáticas, meditación. mindfulness. cuencos tibetanos, escuchar música que te pueda calmar. Toda actividad que pare tu cuerpo y relaje tu sistema nervioso.

 

Emociones por exceso - cómo identificarlas

 

En todos mis programas aprendemos a identificar las emociones y gestionarlas. Así mismo aplicamos la biodescodificación para la sanación de las heridas emocionales que podamos albergar en nuestro inconsciente y utilizamos herramientas como el coaching consciente para descubrir y eliminar las creencias limitantes que te impiden alcanzar el bienestar.

Suscríbete a la newsletter para recibir contenidos como éste.

 

También te puede interesar…

Las emociones no liberadas detrás del sobrepeso

Facebook
Twitter
LinkedIn

Suscríbete y recibe gratis nuevos contenidos