Lo primero que siempre recomiendo es guiarse por sensaciones INTANGIBLES y valorar cosas cómo estás (esto lo puedes hacer cada semana):
- ¿Cómo me siento?
- ¿Ha mejorado mi estado de ánimo?
- ¿Tengo más energía que antes?
- ¿Cómo duermo?
- ¿Han mejorado mis digestiones?
- ¿Ha mejorado mi piel, pelo, uñas…)
- ¿Cómo me queda la ropa ahora?
Lo segundo es valorar cosas TANGIBLES (por ejemplo cada 2-4 semanas):
- ¿Han cambiado mis perímetros corporales?
- ¿El cinturón se ha movido de agujero?
- ¿Se ha modificado mi peso? (recuerda que el peso puede subir y bajar por varios motivos como por ejemplo al ganar tono muscular)
- ¿Soy capaz de entrenar más días?
- ¿Hay diferencia entre fotos? Cada 4 semanas compara fotos (es la mejor herramienta para valorar cambios)