Comida y Emociones
mayo 28, 2023
Sí, la alimentación puede desempeñar un papel importante en la mejora de la salud mental. Hay una creciente evidencia científica que muestra una conexión entre la alimentación y el bienestar mental. Aquí hay algunos puntos clave:
Hemos evolucionado como especie aunque nuestro organismo sigue funcionando como hace miles de años. Nuestros ancestros tenían que atacar o salir corriendo cuando se enfrentaban a una situación peligrosa. En una situación de ataque o huída en la que se juegaban la vida, no era el mejor momento para ponerse a eliminar las heces sobrantes. Si te ponías a ello, estabas perdido.
Aunque la mayoría de nosotros no nos jugamos la vida ni tenemos animales en nuestro entorno que nos quieran atacar, nuestro organismo sigue funcionando de la misma manera ante situaciones que nos estresan. El cerebro, a través del hipotálamo, envía señales a las glándulas suprarrenales para que liberen las hormonas del estrés al torrente sanguíneo y los músculos que contribuyen al movimiento de los alimentos a través del tracto gastroinestinal dejan de hacer su trabajo.
El estrés puede provocar una motilidad más lenta del intestino, lo que facilita que las bacterias no se eliminen con frecuencia y las heces acumuladas se estanquen, fermenten, generan flatulencias y alimenten aún más a las bacterias en el intestino, tanto a las bacterias “buenas” como las “malas”.
Además, estar estresado hace que queramos picotear comida rica en grasas o carbohidratos. El estrés nos lleva a comer más y se puede convertir en un círculo vicioso para nosotros. Esto se debe a que el estrés impulsa a tu cuerpo a producir más cortisol, lo que hace que tus niveles de azúcar en la sangre fluctúen y cuando baja la insulina en sangre, sube la grelina, que es la hormona que hace que nuestro apetito aumente. Por este motivo, muchas personas que sufren de estrés tienden a picotear más a lo largo del día.
Así mismo se sabe que algunas bacterias que se alimentan de principalmente de azúcares, cuando hay un sobrecrecimiento de sus colonias son capaces de comunicarse con el cerebro a través del nervio vago haciendo que te entren más ganas de consumir alimentos altos en carbohidratos. Así que, cuando hay cierta disbiosis de la microbiota intestinal, acabamos siendo esclavos de sus deseos.
Lo ideal, antes de empezar con cualquier tipo de dieta o terapia, averigues cuáles son tus niveles de inflamación crónica con una analítica de sangre específica. Estos son los indicadores de inflamación más comunes:
¿Y por qué te hablo de la inflamación crónica? ¿Qué relación hay con el estrés?
Respuesta inflamatoria al estrés: El estrés crónico puede activar el sistema de respuesta al estrés del cuerpo, conocido como el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal (HPA) del que te hablaba antes. Con la liberación de hormonas del estrés, como el cortisol, se desencadena una respuesta inflamatoria en el cuerpo.
Inflamación crónica y trastornos del estado de ánimo: La inflamación crónica se ha asociado con trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad. Los procesos inflamatorios en el cuerpo pueden afectar el equilibrio de los neurotransmisores y la función cerebral, lo que puede contribuir a la aparición y gravedad de los trastornos del estado de ánimo.
Cada vez contamos con más evidencia científica que confirma que la nutrición puede desempeñar un papel importante en el manejo de la ansiedad y la depresión.
Sin embargo, cuando una persona acude con ansiedad o depresión a su médico de cabecera probablemente salga con una receta de ansiolíticos y antidepresivos (Valium, Trankimacin u Orfidal) bajo el brazo, pero con muy poca (o incluso ninguna) recomendación nutricional para mejorar su estado emocional y mental.
España es el primer país del mundo en el consumo de ansiolíticos. La organización de consumidores (OCU) denunció que las benzodiacepinas son los medicamentos a los que más se recurre para tratar el insomnio o la ansiedad y la mayoría de las veces son la única alternativa que se le ofrece al paciente.
A mi este hecho me parece muy grave, por este motivo quiero aportar mi enfoque como dietista integrativa para mejorar la vida de mis pacientes con estrés, ansiedad o depresión.
No niego la efectividad de esta medicación tan ampliamente recetada, pero si hay más vías de tratar el problema, abordémoslo de forma integrativa: medicación + nutrición + suplementación + mejora en la gestión de las emociones y creencias limitantes/bloqueantes de la persona.
Existen algunas hierbas que se han utilizado tradicionalmente para ayudar a reducir los síntomas de ansiedad. Aunque no reemplazan la atención médica profesional, algunas personas encuentran alivio en su uso. Aquí tienes algunas hierbas que se han asociado con beneficios para la ansiedad:
Manzanilla: La manzanilla es conocida por sus propiedades relajantes. Puede ayudar a reducir la ansiedad y promover la relajación. Puedes tomarla en forma de té.
Lavanda: La lavanda tiene un aroma agradable y se ha utilizado tradicionalmente para promover la calma y reducir el estrés. Puedes utilizar aceite de lavanda en un difusor, añadirlo a tu baño o incluso aplicarlo sobre la piel.
Valeriana: La valeriana es una hierba que se ha utilizado como remedio natural para la ansiedad y los trastornos del sueño. Puede ayudar a relajar el sistema nervioso y promover la sensación de calma. Se encuentra comúnmente en forma de suplemento o té.
Pasiflora: La pasiflora, también conocida como flor de la pasión, es una hierba que se ha utilizado para aliviar la ansiedad y promover la relajación. Puede tomarse en forma de suplemento o té.
Hierba de San Juan: La hierba de San Juan es una planta que se ha utilizado tradicionalmente para tratar la depresión leve a moderada. Algunas personas también encuentran que puede ayudar con la ansiedad. Sin embargo, es importante tener en cuenta que puede interactuar con ciertos medicamentos, por lo que se recomienda hablar con un profesional de la salud antes de usarla.
Si estás considerando el uso de hierbas para tratar la ansiedad, es fundamental hablar con un profesional de la salud, como un médico o un herbolario cualificado, especialmente si estás tomando otros medicamentos o tienes condiciones de salud preexistentes.
Si estás interesado en mejorar tu salud mental a través de la alimentación, es importante adoptar un enfoque integral que incluya una dieta equilibrada, la eliminación de alimentos inflamatorios, suplementación específica y el cuidado de tu bienestar en general.
La alimentación es una parte vital del cuidado de la salud mental y yo, como dietista integrativa, puedo ayudarte mediante asesoramiento nutricional y acompañamiento emocional para que consigas balancear tu cuerpo y tu salud.
Noticias y estudios relacionados:
Copyright © 2023 Lola Hernández. Todos los derechos reservados